Glosario
Navegue por el complejo mundo de la gestión de divisas con nuestro completo diccionario de términos y definiciones financieras.
Las alertas de divisas, o alertas de tipo de cambio son notificaciones automáticas que avisan de que el tipo de cambio ha alcanzado un nivel determinado.
Este tipo de alertas se usan muy a menudo por parte de CFO’s, tesoreros y empresas que desean ejecutar sus operaciones de cambio de divisas y transferencias internacionales a tipos de cambio específicos. En este caso, un sistema de alertas les libera de tener que monitorizar continuamente el mercado para no perder la oportunidad de operar llegado el momento.
Ejemplos de Alertas de tipo de cambio
Para tener un ejemplo, vamos a pensar en una compañía española con un pago pendiente de 1 millón de dólares a un proveedor norteamericano. En el momento de acordar la compra, el tipo de cambio del USD/EUR es 0.95, lo que significa que un dólar se cambia a 95 céntimos de euro.
Para evitar que se le disparen los costes, la empresa activa una alerta de divisas que le notifique cuando el tipo de cambio USD/EUR supere el 0,97. Esto le permite a la empresa comprar dólares antes de que se sigan apreciando.
De la misma forma, podría establecer una alerta que se active cuando el tipo de cambio evoluciona a su favor, por ejemplo, llegando a 0,93. Esta alerta le permitirá reducir sus costes ya que, con un euro más fuerte, el precio a pagar por los dólares será menor.
Las alertas de divisas son el primer paso para la automatización de la gestión del tipo de cambio. Las empresas que trabajan con varias divisas pueden ir más allá con órdenes de mercado o incluso automatizar totalmente la gestión del riesgo de tipo de cambio con herramientas tecnológicas.
La Autoridad de Conducta Financiera (FCA, Financial Conduct Authority) es el organismo que regula las empresas de servicios financieros (tanto mayoristas como minoristas) en el Reino Unido. LA FCA se financia a través de las cuotas de los socios y es completamente independiente del gobierno británico.
Competencias de la FCA
La FCA desempeña un papel crucial para mantener la integridad de los mercados financieros en el Reino Unido y la conducta de las empresas que ofrecen servicios financieros. La Autoridad de Servicios Financieros (FSA, Financial Services Authority), precursora de la FCA, se abolió en 2012 en virtud de la Ley de Servicios Financieros, nuevo marco regulatorio formado por la FCA, el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra y la Autoridad de Regulación Prudencial.
Entre sus competencias, se incluye:
- La capacidad de prohibir productos o servicios financieros durante un periodo de hasta un año, mientras valora la prohibición permanente.
- Papel supervisor de los bancos para garantizar el trato justo al cliente, fomentar la competencia sana y detectar el riesgo financiero para reducir las posibilidades de daño sistémico.
El concepto cobertura del tipo de cambio se refiere a un derivado financiero utilizado por las empresas para proteger sus flujos de caja de la exposición al riesgo de divisa. Las coberturas más frecuentes suelen ser los contratos forward o seguros de cambio, las opciones o los contratos de futuros.
Tipos de seguros de cambio
Hay una amplia variedad de seguros de cambio, aunque el modelo más básico es el que garantiza a la empresa que lo adquiere cambiar divisas en una fecha futura a un tipo de cambio muy cercano al tipo del momento en el que se firma el contrato. Este producto protege a la empresa del impacto de los movimientos adversos el tipo de cambio, sin embargo, también le impedirá beneficiarse de cualquier evolución favorable del tipo de cambio. Es una manera simple y altamente efectiva de protegerse ante la volatilidad de las divisas.
Las opciones permiten a la empresa definir un tipo de cambio mínimo que activa el contrato para llevar a cabo la transacción en una fecha futura determinada. Por debajo de ese tipo de cambio, la empresa no está obligada a liquidar el contrato y puede realizar la operación de cambio de divisas al contado. Fundamentalmente, las opciones tienen una condición de cancelación para garantizar a la empresa un tipo de cambio mínimo.
Las operaciones de cobertura son un elemento esencial en cualquier estrategia de gestión del riesgo del tipo de cambio y en este sentido, elegir un instrumento inapropiado puede tener un impacto negativo relevante en la cuenta de resultados de la empresa.
En intercambio de divisas, un contrato forward o seguro de cambio es un acuerdo que asegura el tipo de cambio actual para una operación en una fecha futura determinada. Se trata de un instrumento simple pero efectivo para contrarrestar el riesgo de volatilidad del tipo de cambio. En efecto, se “fija” el tipo de cambio de hoy para una operación futura.
Asimismo, aunque los contratos forward protegen de posibles pérdidas provocadas por la fluctuación del tipo de cambio en nuestra contra, esto también significa que no podremos beneficiarnos de cualquier ganancia que se hubiera obtenido como consecuencia de movimientos del tipo de cambio a nuestro favor. No obstante, cuando el dinero de tu empresa está en juego, no es recomendable hacer conjeturas sobre los posibles movimientos de los tipos de cambio.
Ejemplo de contrato forward
Una compañía de la zona euro ha hecho un encargo a un proveedor situado en EE.UU. Supongamos que el precio del encargo es de 100.000 USD a pagar en 60 días. Con el tipo de cambio de hoy, tendría que pagar 74.000 EUR. Sin embargo, la empresa desconoce si el tipo de cambio será el mismo o incluso mejor dentro de 60 días. ¿Qué ocurre si el euro se debilita frente al dólar y al final debe pagar 76.000 EUR?
El EUR/USD se mueve constantemente. En el espacio de unos cuantos meses, o incluso semanas, la cantidad de USD que la empresa puede adquirir con sus euros podría caer en picado. Y esta es una apuesta muy arriesgada.
Imagina este supuesto para todos los encargos a lo largo del año. Se trata de un riesgo demasiado alto para cualquier empresa, y un enorme quebradero de cabeza para el director financiero. ¿Qué puede hacer al respecto? He ahí donde aparecen los contratos forward o seguros de cambio, que ayudan a mitigar el riesgo y protegen los flujos de efectivo de la empresa.
Un contrato forward flexible es un tipo de contrato forward o seguro de cambio cuya función es proteger a la empresa o particular que lo contrata de la volatilidad del tipo de cambio entre dos divisas durante un tiempo determinado.
Diferencias con el seguro de cambio estándar
El contrato forward flexible se diferencia de un contrato forward estándar en que el comprador puede liquidar la operación en cualquier momento antes de la fecha de vencimiento del contrato.
También existe la posibilidad de liquidar varias cantidades del total del importe nominal en diferentes fechas antes del vencimiento del contrato. Si se liquida antes de la fecha de vencimiento o si se realizan varias liquidaciones parciales, el tipo de cambio se mantiene igual que el que se aplicaría en la fecha de vencimiento (es decir, el tipo de cambio fijado al inicio del contrato), aunque los puntos forward aplicados serán los correspondientes al momento de la liquidación.
Las empresas suelen recurrir a este tipo de contratos cuando tienen la necesidad de hacer pagos frecuentes en divisa; como por ejemplo pagar nóminas de empleados de una filial en otro país o efectuar pagos periódicos a proveedores extranjeros.
Los contratos forward flexibles ofrecen una mayor diversidad que los contratos forward estándar, que solo ofrecen la posibilidad de efectuar la liquidación en una fecha concreta.
Los contratos forward flexibles tienen también inconvenientes. Si el tipo de cambio spot es más conveniente que el tipo que establece el contrato en el momento del vencimiento, el comprador podría pagar mucho más por la divisa que lo que pagaría si la comprara al contado o a tipo spot. Por otra parte, la posibilidad de incumplimiento del contrato por parte del comprador pone al proveedor –normalmente un banco, bróker o una compañía dedicada al cambio de divisas– en una situación de riesgo financiero.
Al igual que el resto de seguros de cambio, el contrato forward flexible no está regulado, lo que obliga a las partes que lo contratan a ser extremadamente prudentes a la hora de elegir la contraparte. A pesar de ello, siempre existe un cierto nivel de riesgo.
Se conocen como cuentas segregadas a las cuentas bancarias de clientes de un bróker o empresa de servicios financieros que mantienen los fondos de dicho cliente totalmente separados de los fondos de la empresa financiera, por el interés del propio cliente.
Usos de las cuentas bancarias segregadas
El objetivo de las cuentas bancarias segregadas es identificar claramente los fondos como pertenecientes a un cliente particular y garantizar que la empresa nunca pueda interferir en los fondos de los clientes. Por ejemplo, si la empresa de divisas cayera en quiebra, los fondos de los clientes estarían completamente protegidos y no podrían ser reclamados por los acreedores de la empresa financiera.
Esta práctica asegura que los fondos son inequívocamente identificados como pertenecientes a un cliente particular, totalmente independientes de los activos propios de la empresa.
Los derivados OTC (Over The Counter por sus siglas en inglés), son valores generalmente comercializados por una red de agentes, en vez de a través de una cámara de intercambio centralizada como puede ser la Bolsa de Londres.
La etiqueta “over the counter”, que se podría traducir como “desregulado”, se refiere a que estos productos consisten en un contrato entre dos partes, que no se encuentra registrado ni regulado por ninguna cámara de compensación, lo que hace que cada una de las partes implicadas asuma el riesgo de la contraparte.
De hecho, hasta el año 2007 estos productos estaban desregulados hasta que, con el estallido de la crisis financiera de 2007-09, los riesgos de las consecuencias de impagos masivos en mercados ”over the counter” de derivados financieros llamaron la atención a los reguladores internacionales, que exigieron algún tipo de control sobre estos productos.
Así se promulgaron el Acta Dodd-Frank para la Reforma de Wall Street y la Protección del Consumidor en EE.UU, y en la UE, el Reglamento sobre la Infraestructura de los Mercados Europeos (EMIR), orientados a limitar la amenaza de una hipotética dinámica de impagos masivos en mercados de derivados y, sobre todo, una potencial nueva crisis financiera global a consecuencia de los mismos.
En el mercado de divisas hay diversos productos OTC, como los seguros de cambio o los swaps de divisas en todas sus variantes, que no están regulados por ninguna cámara de compensación. Estos productos, sin embargo, han de cumplir con los requerimientos del Acta Dodd-Frank en EE.UU. y del EMIR en la UE.
Una divisa exótica es aquella cuya liquidez y comercialización son escasas. La etiqueta de “exótica” no guarda relación con el país del que procede.
La comercialización de una divisa exótica es un proceso a menudo costoso, puesto que su falta de liquidez se traduce en la aplicación de mayores spreads en el tipo de cambio.
Las divisas exóticas pueden ser convertibles y no convertibles. Entre las divisas no convertibles se encuentran, por ejemplo, el real brasileño y el peso chileno. Una moneda exótica convertible es el peso mexicano.
Las divisas exóticas más comercializadas son el peso mexicano (MXN); el yuan chino (CNY); el rublo ruso (RUB); el dólar de Hong Kong (HKD); el dólar de Singapur (SGD); la lira turca (TRY); el won surcoreano (KRW); el rand surafricano (ZAR); el real brasileño (BRL); y la rupia india (INR).
Una divisa parcialmente convertible es la moneda de curso legal de un país que se comercializa en volúmenes limitados, debido a que las autoridades monetarias que la emiten restringen el comercio internacional de la divisa en el mercado mundial de divisas, a partir de un determinado volumen.
Las divisas parcialmente convertibles forman parte, sin excepción, del grupo de divisas exóticas, aunque no todas las divisas exóticas tengan su convertibilidad limitada. La rupia india y el yuan chino son dos ejemplos de divisas parcialmente convertibles.
En función de la divisa, se aplican diferentes controles y niveles de restricción. Las divisas parcialmente convertibles normalmente pertenecen a países con economías débiles, cuyos gobiernos restringen su convertibilidad con el objetivo de proteger la estabilidad económica. En estos casos, las limitaciones del gobierno suelen incidir particularmente en lo relativo al volumen de transferencias al extranjero que se permiten.
Sin estas restricciones y con una economía frágil y fuertemente dependiente de un determinado sector, una potencial crisis económica podría provocar una mayor inestabilidad. La fuga de capitales, por miedo a una devaluación obligada provocaría la extinción de las reservas de divisa extranjera. Si la devaluación tiene lugar, se produciría un encarecimiento de las importaciones, lo que causaría un grave impacto en la inflación, y un deterioro general en la economía. Este es el caso de Argentina en el año 2001 o Venezuela recientemente.
Una divisa convertible, también conocida como “divisa flotante” o “divisa flexible” es aquella que puede intercambiarse sin ningún tipo de limitación gubernamental. Las divisas convertibles son propias de países con economías estables, aunque hay algunas excepciones.
Cuáles son las divisas plenamente convertibles
Las principales divisas mundiales, tales como el dólar estadounidense, la libra esterlina, el franco suizo, el yen y el euro, forman parte del grupo de divisas plenamente convertibles.
Aparte de estas hay bastantes divisas consideradas exóticas que son plenamente convertibles, como es el caso del peso mexicano o del rand surafricano, lo que quiere decir que pueden ser comercializadas sin ningún tipo de limitación ni intervención de autoridad gobernativa alguna.
En contraste, la rupia india es un ejemplo de divisa parcialmente convertible, pues el gobierno indio impone ciertas restricciones en su comercialización. El real brasileño, a su vez, es una divisa no convertible, también denominada “bloqueada”; es decir, no puede ser comercializado en modo alguno en el mercado mundial de divisas.
Una empresa de servicios monetarios (MSB, Money Services Business) es una organización que transfiere dinero o convierte divisas. El término abarca a instituciones financieras bancarias y no bancarias, tales como las sociedades de inversión, las empresas de cambio de divisas y de seguros.
La definición de MSB puede variar en función de la jurisdicción. Según el Servicio de Aduanas e Impuestos de Su Majestad la Reina de Inglaterra (HRMC), una empresa se considera MSB si se encuentra en alguna de las siguientes categorías:
- Actúa como casa de cambio (incluso si se trata de un barco que no se encuentra en aguas territoriales del Reino Unido).
- Transfiere dinero, o cualquier representación del mismo, de cualquier modo (la recogida y entrega de dinero como un “mensajero” no se considera transferencia de dinero).
- Cobra cheques que son pagaderos a los clientes de una empresa.
Las entidades de contraparte central (CCP, por sus siglas en inglés), también conocidas como cámaras de compensación, son organismos, normalmente pertenecientes a grandes bancos, cuya función es facilitar el comercio de acciones y derivados en los mercados internacionales.
Las Entidades de Contraparte Central tienen dos funciones principales en su papel de intermediarias: la compensación y la liquidación.
En el proceso de compensación, la entidad media entre el comprador y el vendedor ofreciéndose como contrapartida a las contrapartes y definiendo los requisitos de cada parte para llevar a cabo la operación.
En la liquidación, comprueba que la transferencia de valores y capital para completar la transacción se ha realizado correctamente y a tiempo y en caso necesario garantiza la transacción, cubriendo el riesgo de insolvencia de las partes.