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Tipo de cambio fijo

Se trata de una política cambiaria en la que el banco central de un país vincula la divisa nacional a otra más fuerte, a un grupo de divisas o incluso a un valor de referencia como puede ser el oro.

Ventajas del tipo de cambio fijo:

1. Estabilidad en el valor de la divisa

La razón principal de mantener un tipo de cambio fijo es la de evitar los efectos de la volatilidad del tipo de cambio en su balanza comercial. Normalmente se trata de economías pequeñas, como los países de África o América Latina, muy sensibles a los cambios que podrían causar las fluctuaciones repentinas en el valor de su divisa. Fijando ese valor respecto al de la divisa de una economía más grande con la que tiene una importante relación comercial o a una divisa de uso generalizado en el comercio internacional protege sus exportaciones de la volatilidad del tipo de cambio.

2. Promueve la inversión extranjera en el país

Una divisa estable garantiza a los inversores que sus activos en el país no van a devaluarse de repente a causa de una la caída del valor de la divisa. En ese caso, los inversores se sienten más seguros que en otros países con economías de las mismas características pero con divisas más volátiles.

3-. Ayuda a contener la inflación

Un tipo de cambio fijo proporciona una mayor estabilidad de precios de las importaciones y exportaciones, evita devaluaciones o fuertes apreciaciones y, en este sentido, contribuye a mantener la inflación controlada en niveles bajos.

4. Apoya las exportaciones

Fijar el tipo de cambio respecto a un socio comercial importante proporciona una estabilidad de precios en los productos y servicios que exporta a ese país, lo que ayuda al equilibrio en las relaciones comerciales con ese país.

Inconvenientes de un tipo de cambio fijo

1. Necesidad de mantener unas reservas constantes en divisa extranjera

Controlar el tipo de cambio de la divisa requiere generar unas reservas de capital importantes en divisa extranjera a través del comercio internacional. Si esto no es así, porque el país incurre en déficits comerciales, el gobierno se vería obligado a devaluar la divisa lo que aumentaría los precios de las importaciones y, por tanto, la inflación.

Esta situación puede ser catastrófica en países con un tipo de cambio fijo, pues el aumento de los precios debilitaría el consumo, la producción industrial y la inversión internacional y sus economías normalmente no tienen la flexibilidad ni la infraestructura para absorber un impacto de esta envergadura, por lo tanto, recuperarse de una situación de este tipo le costaría bastante más tiempo y esfuerzo.

2. Capacidad de reacción limitada ante las crisis

En casos de crisis, las autoridades económicas podrían carecer de las herramientas para responder de manera adecuada a un shock de este tipo sin evitar una devaluación.

En el caso de que su volumen de reservas en divisa extranjera sea bajo, esto es prácticamente imposible, pues la desconfianza en el valor de la divisa local podría provocar ventas masivas y el gobierno, sin divisa extranjera disponible para absorber ese exceso de oferta, no tendría capacidad de evitar un desplome de facto en el valor real de la divisa nacional. Este es el episodio del peso argentino en el 2000 o del bolívar venezolano en 2014.

Conclusión

Una política de tipo de cambio fijo tiene ventajas e inconvenientes. Por un lado proporciona estabilidad de los precios y de la balanza comercial, pero por otro, limita la capacidad de reacción de las autoridades en situaciones económicas adversas, lo que puede aumentar los efectos de estos impactos.